El 6 de Agosto de 2002, con motivo de la festividad de San Justo y Pastor, patrones de Navalmanzano, se celebró una modesta feria en la que se recreaban algunos de los oficios desempeñados en nuestra zona unos 50 años atrás. Esta idea de la entonces concejala de cultura, Josefa Gómez Arranz, que ya se dejó intuir un año antes con una representación de la trilla, reunió a no más de treinta personas que ocupaban la Plaza Mayor del pueblo, recreando algunos de "Aquellos Oficios" (nombre con el que se conoció en un principio). El público, tímido y poco numeroso, paseó por los no muy numerosos puestos que había, pero quedó fascinado ante tal muestra que les llevaba a un pasado no muy lejano y que muchos aún recordaban.
Con el paso de los años, la feria ha ido cada año tomando mayor entidad, reuniendo en la pasada edición de 2011 a más de 200 participantes que recreaban 57 oficios y que representaban la forma de vida de los años 40 del siglo XX en un pueblo castellano, ocupando tanto la Plaza Mayor como las calles y plazas adyacentes. El público apenas cabe por las calles lo que muestra la consolidación del espectáculo, convertido en el evento cultural más importante de Navalmanzano y que es referencia para otras muchas ferias de los pueblos de nuestro alrededor.
A diferencia de otras ferias, la feria de Usos y Costumbres de Navalmanzano, que desde hace cuatro años se celebra el sábado del primer fin de semana de agosto, no intenta evocar un tiempo pasado lejano con un mercado de artesanía donde actores realizan algún espectáculo puntual. Nuestra feria recrea la vida y los oficios de la primera mitad del siglo XX, lo que hace que la localidad retroceda en el tiempo a una sociedad, a una cultura, a una forma de vida fácil de recordar para nuestros mayores, pero que, con los grandes avances sociales y tecnológicos que se han producido en los últimos cincuenta años, nos parece muy lejana. Ahora, en un momento en que no sabemos vivir sin móvil, ordenador o televisión, y en el que no nos podemos ni imaginar lo que supondría la falta de objetos tan básicos para nosotros como el frigorífico, la lavadora, etc., es el momento de aprender y volver a nuestro pasado, a nuestra historia, esa historia que no se escribe en los libros, sino que vive en la memoria de nuestros mayores y en las historias que nos cuentan nuestros abuelos, nuestros padres, etc. Por lo tanto, la feria sirve para ponernos un día en el pellejo de nuestros abuelos, pues son los propios vecinos de Navalmanzano los que se convierten en actores por un día, llenando las calles de espectáculos que reflejan la sociedad de aquél entonces.
Así pues, la feria de Usos y Costumbres no se podría llevar a cabo sin el esfuerzo colectivo de todos los vecinos de Navalmanzano. Todo el pueblo participa de una manera u otra: algunos como actores, otros prestando sus herencias, otros ayudando a montar, otros dando nuevas ideas para oficios y actuaciones y, por supuesto, también como espectadores.
Entre los actores que participan en la feria encontramos desde niños de un par de años a mayores de casi 90. Nuestros mayores, como conocedores de aquel tiempo pasado, se convierten en maestros de historia para los más jóvenes, lo que hace que esta feria tenga un importante valor didáctico, siendo otra manera de enseñar historia. Los mayores comparten su experiencia y su memoria, enseñando otra forma de vida, más tranquila que la actual, aunque no más fácil. Los más jóvenes muestran su interés por aprender cómo era aquel entonces, pues son conscientes de que ellos deben ser los trasmisores de este modo de vida a generaciones venideras y que de ello depende la continuidad de la feria. Esta lección de historia se complementa con la jovialidad festiva que mostramos todos los vecinos, lo que ha llevado a que cada año quiera participar más y más gente.
El próximo sábado 4 de agosto de 2012, tras 10 años de andadura, se celebrará la XI edición de la feria de Usos y Costumbres según nuestros abuelos en Navalmanzano, en la que ya se está trabajando. Como en años anteriores, la participación de los vecinos es la base de esta feria, aunque, como en últimas ediciones, se espera contar con puestos de artesanía que, en cierto modo, suponen un importante complemento. Un objetivo que nos gustaría cumplir en esta nueva edición es ver representados juntos todos los oficios que ha habido en todas las ediciones, de los que se ha llegado a contabilizar más de 75, y contar con un mayor número de participantes. A estos oficios, algunos ya tan clásicos como el de segador, pastor, resinero, etc., se sumarán algunos nuevos que darán la sorpresa este año. También se podrán degustar, como en pasadas ediciones, unas deliciosas sopas de ajo, rosquillas caseras o una fresca limonada en la cantina, entre otras muchas cosas. Para celebrar esta XI edición, se representarán algunas tradiciones que existían en Navalmanzano. Primero, a las 18:00 se recreará en las Eras del Ferial una trilla, que dará paso al inicio de la feria. A las 21:00 será el momento de recordar la vaquilla de Miércoles de Ceniza, una idea muy similar a la de los actuales toros ecológicos, donde se colocaba a una escalera o una carretilla unos cuernos y los chicos la corrían. Y por supuesto, esperamos contar con alguna sorpresa más.
Por ello, queremos invitar a todas aquellas personas que deseen viajar casi un siglo atrás en el tiempo, sin necesidad de máquina alguna, a que se acerquen el próximo 4 de agosto, a partir de las 18:00 horas, a Navalmanzano y vivan por una tarde en la época de nuestros abuelos. La experiencia es realmente agradable y divertida para gente de todas las edades, así que ¡os esperamos en Navalmanzano!